
Anda ya es una expresión muy española y se usa cuando alguien te fastidia, te cuenta una trola ó te soprende. Anda, es también el empezar de la palabra Andalucía, la comunidad autónoma donde vivo desde hace tres añitos e Italia es mi procedencia. Sumando las dos palabras, se puede intuir mucho de este blog.
martes, 13 de octubre de 2015
Sally [ESP]
Hasta que no conocí a Sally, no fui feliz de verdad, necesitaba algo más. Me sentía incompleto, sentía que no había vivido con plenitud, estaba a la búsqueda de sentirme realizado. No se por qué la encontré, la única cosa en la que pienso, es que me la mandaron desde el más allá.
La falta de trabajo me ha empujado a salir de mi país para buscarme la vida. Un poco a la aventura me embarqué en el primer avión que salía para Londres, en busca de algo que todavía no estaba muy claro en mi cabeza. En poco tiempo encontré un trabajo de cocinero en una pizzeria. Tenía estudios universitarios, pero este trabajo me recordaba a mi abuela, a cuando era pequeño, a cuando ella me enseñaba a hacer pizzas, y por esto lo acepté gustosamente.
Haciendo pizzas encontré muchos aficionados, en particular niños que querían aprender a cocinar, y que los padres dejaban aparcados en una silla para que ellos pudiesen estar tranquíllos. Conocí a la típica clientela habitual, ocasionalmente los chicos me invitaban a salir con ellos. El lunes a la noche, día de cierre de la pizzeria, quedábamos en casa de alguien para ver una peli y beber unas cervezas.
Precisamente en una de estas fiestas me encontré con Sally. Acompañaba una amiga que le gustaba a Mario, el jefe de la pizzería, pero él no había tenido mucha suerte con ella.
Cuando vi a esta chica rubia, con unos ojos azules preciosos, me quedé petrificado. La miré todo el tiempo, admirándola y esperando que nadie se diese cuenta. Todavía recuerdo que llevaba unos tejanos color claro, una camisa lila un poco abierta que dejaba entrever un incontenible escote.
Díos!, cuán perdido me sentí en aquel escote. Estaba como un explorador recién desembarcado en una isla desierta, que con ganas y miedo quería conocer el nuevo lugar. Luego sus ojos, limpios y fríos como el mar en invierno, era la puerta cerrada de un lugar misterioso. Sus labios se parecían a las cerezas y su voz era ligera como la suave música de un piano.
La encontré otra vez en otras fiestas, intenté acercarme un poco, pero ella parecía lejos y demasíado reservada. Me dijeron que trabajaba en una tienda cerca de la pizzeria, así aquel día tomé otro camino para ir al trabajo. Me sentia infantil, pequeño como un niño y quizás un poco maníaco, pero tenía ganas de verla más veces, aunque fuese por unos segundos, o estuviera lejos o incluso sin hablarle.
Todas las canciones que escuchaha de camino al trabajo, me hablaban de ella. Me la describían y contaban de una manera tan maravillosa, tan perfecta, que hasta resultaba irreal. Algunas veces me la cruzé por la calle, y me saludó siempre de manera muy rápida y fugaz. A excepción de una vez . De repente todo fue diferente. Se puso a hablar conmigo gracias a un cigarillo, que nos fumamos juntos. Aquella vez empezé a conocerla un poco. Hablaba de manera rapida, casi sin respirar. Creía que queria contarme toda su vida. El tiempo pasaba muy lento y a la vez muy rápido. Luego seguí mi camino hacia el trabajo, estaba feliz, feliz como un niño la noche de los Reyes.
Desde aquel día, la vi mucha veces, y creció la confianza entre nosotros. Cuando ella me hablaba, yo miraha siempre sus labios, como en una pélicula antigua sin voz, parecia moverse sin hacer ningún sonido, y yo casi no me enteraha de lo que me contaba. Y cuando estaba con ella, me parecía estar bajo el efecto de algunas drogas. Todo se paró, no existia nada mas que Sally.
El lunes a la noche dejé a mis amigos, para salir con Sally. Solos yo y ella. Estaba excitado, estupefacto por la sola idea de verla. Fuimos a un restaurante étnico a cenar y estuvimos todo el tiempo hablando de nuestras vidas. En cada mirada intentaba entrar en sus produndos ojos azules, buscando los misteríos que escondián. Me dí cuenta de cuán vulnerables eran sus ojos, a la par que profundos y maravillosos. Luego fuimos a su casa, y cuando ella estaba en la cocina buscándome una cerveza de la nevera, aprecié una libreta donde ella escribía algunos poemas. Quise leerla, descubrir algo mas de ella, queria ver su alma desnuda. Mientras tanto salia de la Radio “I don’t know why” de Norah Jones. Cuando ella se accercó a mi, con dos copas en las manos, pensé lo mismo que la cantante.
Sus besos eran fogosos, dulces e intensos. Entre mis manos tenia sus cabellos, del mismo color del sol. Sentía su perfume que embriagaba la habitación. Mis manos estaban en busca de su cuerpo blanco y suave como la nieve. Como en un sueño tenía miedo de despertarme, pero no, era la pura realidad. Solo nosostros, ella delante de mi en su habitación, que en aquel momento era para mi, enteramente mía. Sus labíos me daban escalofríos y sensaciónes deficiles de explicar. Sus manos quemaban de pasión.
Aquella noche me dí cuenta de qué significa cuando dos almas y dos cuerpo se funden en uno. Eramos como dos nubes que se acaban de encontrar causando un temporal, corrientes calientes y frias que causan un tornado. Elementos de la naturaleza, iguales y distintos que causan algo mas fuerte y poderoso.
Desde aquella noche Sally se convertió en todo mi mundo. El deseo ¿accedado?, un tatuaje en el alma y en el corazón. Pasión y amor juntos en algo impresionante. Dos almas casadas en una boda espiritual. La plenitud de mi vida. Lo que necesitaba para vivir, y para mi vida.
Puse la carta, en el lugar donde la encontré,
en un bolsillo de una chaqueta, en un tren, en una ciudad,
enviada a ella desde el paraiso,
Sally Cinnamon, eres su mundo
Then I put the letter back in, the place where it was found
in the pocket of a jacket, on a train in town
Sent to her from heaven
Sally Cinnamon, Your his world
( Sally Cinnamon, The Stone Roses )
Vittorio Galati. “Leyendas Urbanas”.
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